Día internacional de la migración: las personas in/migrantes merecen una vida digna
Día internacional de la migración: las personas in/migrantes merecen una vida digna
Estados Unidos es el país que más in/migrantes recibe en el mundo. Aproximadamente el 13.7% de la población son personas provenientes de otros países, con la comunidad in/migrante Latina siendo la segunda más grande del país. Hoy, 18 de diciembre, se conmemora el día internacional de la migración y queremos aprovechar esta oportunidad para crear conciencia sobre la discriminación hacia las personas in/migrantes reflejada en políticas públicas que niegan derechos fundamentales a la salud y el buen vivir.
Las políticas antiinmigrantes sumadas a aquellas que impiden el acceso a la salud, incluyendo los servicios de aborto y otros servicios de salud reproductiva, fomentan el miedo entre la comunidad in/migrante. De hecho, esto puede contribuir a que las personas migrantes de paso o quienes no han regularizado su situación migratoria teman buscar la atención médica que necesitan.
Además, no solo las personas que tienen estatus migratorio irregular se ven afectadas, aquellas que tienen autorización para vivir y trabajar en EE.UU. también enfrentan barreras que limitan significativamente su capacidad de decidir sobre su salud, sexualidad, reproducción, y sus familias. Por décadas, la política de salud e inmigración en EE.UU. ha limitado el acceso a servicios de salud integral para las personas migrantes, aun cuando su estatus migratorio les permite vivir en el país. Por ejemplo, existen periodos de espera de 5 años para que quienes obtienen su residencia permanente (estatus LPR por sus siglas en inglés) y otros estatus migratorios autorizados por la ley, puedan ser elegibles para programas como Medicaid y el Seguro de Salud para la Niñez (CHIP por sus siglas en inglés). Programas como el Medicaid han brindado cobertura de salud para las personas de bajos ingresos desde 1965. Sin esta cobertura, las personas no tienen acceso a servicios de salud en general, y en particular a servicios de salud sexual y reproductiva, como acceso a anticonceptivos, servicios de planificación, exámenes anuales, cuidado de maternidad, chequeos de cáncer de mama y cuello uterino, y enfermedades de transmisión sexual entre otros.
Como personas católicas pro-derechos debemos usar esta oportunidad para recordar los principios que nos enseñan a velar por la dignidad de todas las personas y a priorizar las necesidades de aquellas que han sido violentadas, vulneradas, y empobrecidas por estructuras pecaminosas de poder y opresión sistémica. Queremos recordarle a nuestra comunidad que la Iglesia tiene una larga historia en la defensa de las personas in/migrantes reconociendo que “todos los bienes de la tierra pertenecen a todos los pueblos”. y reclamando que “cuando una persona no consiga encontrar un empleo que le permita obtener la manutención propia y de su familia en su país de origen, ésta tiene el derecho de buscar trabajo fuera de él para lograr sobrevivir”.
Pero nuestro llamado va más allá de sobrevivir. Las personas in/migrantes también tienen derecho a una vida digna, y eso implica acceso a la salud como un derecho humano. Tanto la justicia reproductiva como la justicia social católica nos llaman a enfocarnos precisamente en las personas que enfrentan situaciones de vulnerabilidad. Es por esto que debemos prestar especial atención a cómo las leyes y los sistemas afectan la posibilidad de las personas in/migrantes de ejercer el derecho a decidir para vivir una vida digna. Solo así podremos hacer conciencia de que para que una persona im/migrante pueda tener las mismas opciones que cualquier otra persona ciudadana y no racializada, es necesario reformar las políticas públicas que las excluyen y las empobrecen negando seguros médicos asequibles con servicios cultural y lingüísticamente adecuados.
Sí tu, como nosotrxs, crees que las personas in/migrantes también tienen derecho a una salud digna que les permita decidir sobre sus cuerpos y proyectos de vida, ¡Te invitamos a conocer y apoyar el proyecto de ley HEAL! conocida también como la Ley de Equidad y Acceso a la Salud bajo la Ley para Familias Inmigrantes – que ofrece la posibilidad de ampliar la cobertura en los servicios de salud para las personas in/migrantes.
Puedes contribuir a la aprobación del proyecto contactando a tu representante en el congreso para que lo apoye, compartiendo sus beneficios en conversaciones con personas de tu casa, tu trabajo o tu entorno, e incentivándoles para que hagan lo mismo y pasen la voz.
¡Únete a Catholics for Choice! Nuestra fe no discrimina y el gobierno tampoco debería hacerlo. Luchemos en conjunto para que la salud sea un derecho para todas las personas, independientemente de su estatus migratorio y su color de piel.